Para escribir sobre la depresión
hay que dejar de estarlo
luego de haberla padecido
intensamente
y luego no querer recordarlo
y no escribir nada al respecto;
¿Si cortase por la raíz
habrían chances de perder la raíz
y no sostenerse ya jamás?
Dirá el vagabundo
que el viento lo tumbó:
no sólo lo tumbó
sino que ya no tiene qué escribir.
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