martes, 31 de mayo de 2016

en el silencio esconde un temor
en el temor esconde un deseo
en el deseo esconde un camino
en el camino esconde un lugar
en el lugar esconde un silencio
que no dice nada
y callás

y repetimos,



jueves, 26 de mayo de 2016

simple como una inercia
no aún digerir
y recomenzar;
lento vengo
viene
crece un huracán
el propio huracán
del que ningún camino te aleja
a azotar tu mente
hasta el fondo centro adentro del ojo;
el escritorio
pierde su lugar
las fotos de pared
echan a volar,
la continuidad
pende del más ínfimo azar
fácil perdés la fe
en tus apuestas;
se calla una noche,
se calla de golpe,
y amanecés en el mismo lugar
vacío
casi igual
con la magia parcial
de un recuerdo curado
y el toque de inercia
que confundís con avanzar;
recomenzar:
maldito poeta
te llevás el alma
sin reparos
maldito seas
y maldito te veas
cuando en tus ojos
seques tu ser.

martes, 24 de mayo de 2016

¿Es menester que me estalle el cerebro? Puede ser un verdadero incomodo, con las ganas que había de aprender a usarlo. Si me hube tomado la molestia (una molestia de lo más natural, por cierto) de intentar escuchar, escuchar atentamente a las palabras, escuchar su construcción, su origen, sus hipótesis. Pude ver el origen de muchas de ellas, y eso no esclareció la contradicción. Los sonidos no son armonías cuando se los escucha de a uno. Se pisan y raspan en su superficie sin función aparente, quizás creyendo, quizás construyendo una armonía. No se parece en nada al escuchar.
¿Y cómo escuchar todo a la vez? Es probable que haya todavía una instancia posterior al estallido, donde mi cerebro, desparramado exactamente según la explosión, se recomponga o no, pero sea similar a la orquestación del caos que es andar escuchando la realidad. Y entonces no tenga más que una butaca entre el público, y no pueda agregar sonido alguno. Todo será igual. Armónico. Indiferente. Sonido. Sostenido. Fade. Fade. Fade. Fade. Fade. Fade. Fade. Fade. Fade.... . . .  .  .  .  .   .   .   .    .    .    .     .     .     .      .      .       .         .          .            .             .               .                 .                   .                   .                    .


martes, 3 de mayo de 2016

no se escucharán
el crujido y el desprendimiento
de ese lodo seco
la costra pelándose
partiéndose a mis pies
y abriendo la carne
herida en el aire inmóvil;
mantendré una sonrisa
para socorrer
al vacío posterior
y un ojo abierto
para no perder engranaje
y todo cae adentro
entre el ruido que hacés
y que aplaudo
para que no veas
y no oigas
cómo es que en el silencio
tu pasos se alejan
y todavía me atraviesan
tenía una ilusión
quizás un sueño
con un trazo hermoso
que era bello recorrer
con los ojos abiertos
quizás cerrados,
y cuando intenté tocarla
con los dedos
apenas la punta
se retrajo
unos centímentros,
infinitamente sensible
a la manipulación,
y a más me acercaba
más se alejaba,
la única manera
era adorarla
y verla volar
y que los pies,
mis pies...
se vuelvan en sí
gastando la alfombra
camino a la cama
que me recibe
sin ilusión
quizás un sueño