sábado, 11 de noviembre de 2017

ya vas empezando a hablar con ese tono propio de a quien la vida le va quedando chica por nomás andar empequeñeciéndola. a tu alrededor todo es un niño que desconoce tus experimentadísimos pasos pasados, cuando todo lo viviste, eso, que vos ya lo viviste. y sin que te des cuenta se te cierran las puertas como las palabras que dejás de usar, 2 ó 3 por semana, las cosas de pendejos, tu mirada condescendiente. estás listo para tu propio púlpito, el reconocimiento máximo, "aquí uno que ha vivido". y acercándose el fin, estacado fielmente a tu pobre fama (que nadie cree), se irá durmiendo el aire en tu garganta hasta que no quede una sola palabra más, nada nuevo hay en morir.