vamos, salí,
el monstruo se fue,
tiene plomo en su sien
desde que apareciste en sueños
y yace inmóvil, ebrio;
salí, al jardín,
a descalzar tus pies
a que el aire fresco
pueda respirar;
salí por el arco de tu espalda,
por tu pelo que baila con tremor
y sin temor;
salí, que es de noche,
nadie te ve,
no podemos soñarte
ni lastimarte ya;
salí a los mundos posibles
que te usan de poesía,
dejales una sonrisa imposible
y seguí
porque ya no podés fallar:
todos te ven
y todos te desean
pero nadie te toca,
tu ángel es más.
no cumplas fantasías
ni escribas promesas,
salí y sonreí
al patio de tu estar
que el amor es tonto
y no te sabe imitar.
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