retomo la épica
a voluntad
para fingir el gran papel
de quien bate a la confusión
(armar y desarmar
con ambas manos propias
antes de que llegue la luz,
silbar una melodía
lógico-musical
en un rincón
donde nadie escuche:
indiferente y superior,
épico,
falso);
si no puedo hacer de todo esto
algo más bonito,
simplemente pretenderé
que todo tiene sentido
y que la belleza
es imaginarla
(y es violencia,
falsa,
épica)
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