esta tarde me apetece invitarte a cenar
porque traés una ensalada de colores formidables
a saber
palabras bien condimentadas a favor del aborto
con denuncias exquisitas contra la ingesta de fetos de gallina
espanto verde contra la muerte de quien sea que no ingieras
y muerte al dente de lo que sea al plato
saladas anécdotas de viajes exóticos
con adherezo anti-colonialista de granja
mis-en-plas rotundo contra la nueva imbecilidad virtual
y troca feliz de identidades virtuales como sobremesa
café y líquidos aparte (de toda moral)
la digestión, eso sí, la haré en silencio
todo gratis.
pero la invitaste o no?
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