al filo del pequeño rasgo de cada máscara
la máscara que no esconde nada
y justamente es máscara
y nada más;
el tejido de otra vena de hoy
la lleva hasta el último borde
donde el aire roza la sangre
y el sudor al mar
y vuelve inmortal y apenada
porque no hay nada
del otro lado de la máscara
siempre quedarán los bailes de máscaras
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