lunes, 24 de septiembre de 2018

escribo con la hoja consumada
mis pareceres inofensivos;
diré que ladro a la luna
o que jadeo con la cara
pegada a la tierra,
que me detengo ante un semáforo
y en ese intervalo contemplo
tras el templo,
nunca al revés.
que bebo café
en tazas sin lavar
y que la ropa sucia
ocasionalmente ocupa todo el cuarto.
que nada me sobra
y lo que me falta me sobra,
pero no tan fácil me distraigo.
véase también
que donde pongo el ojo
hay siempre una bala;
no interpreto inmediatamente
mas trago igual,
me siento
y la escucho detonar
en algún lugar
a mi izquierda.
nada queda fuera
por virtud de omisión.
recuperaré los días cansados
para saber qué escribir
cuando sea tarde
apenas tarde.

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