somos los primeros extraños
en el primer silencio
que nos cruza;
ese barco se pierde
ya en el mar,
y si vuelve
cómo lo puede probar?
tocándote con
cada una de las cosas
llegué tan cerca,
tan cerca!
vi de mí ese sueño
que promete acabar
y jadeaba, respiraba,
te tocaba,
me acercaba,
envalentonaba al suspiro
a perseguir su suicidio
respirándote;
pero uno de los que migran
siempre vuelve la vista
y bajo un resquicio de un ojo
me mirabas
y te imité
como quienes no creen
en pronósticos,
y cayeron constelaciones de todo
entre los dos;
nada pudimos decir,
los ojos eran agujas,
cuchillas del área oscura,
el ojo nos traiciona mil veces
y por las dudas una más,
limpia el rostro
de toda realidad
imposible de llenar;
un silencio se expande
y cómo agregar:
vos sos el mar,
yo siempre igual
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