quizás estaba haciendo algo
que no estaba ahí,
en mi mente todo era
siempre probable
entonces sólo necesitaba manos
y poder respirar
y yo creía
y creía ver
y siempre así
la ilusión engañándome
sin traicionar
mientras la realidad
funcionase,
y si no había peso en mí
funcionaba
porque todo era probable
e igualmente relevante,
ahora
este doble de realidad
ha cambiado sus códigos
o no me recibe igual
y me golpeo donde ayer
apenas rozaba
hay piedras donde antes
podía volar
hay puertas cerradas
donde mis viejos deseos
lamían mi piel fantasma,
ahora
con las manos en la masa
cambia mi masa
y mi mente muy por detrás
erguida frágilmente por encima
del otro lado de la frontera
de la actualidad
errando grosera
atajando vidrios rotos
mientras imagina
una pluma
que no escribe nada
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