sus ojos tienen
una leve caída
hacia afuera
como un desliz
de melancolía
que despide
lo que sus ojos
perciben
antes de
perderlo
son la maravilla
del realismo
mágico
suponen realidad
cuando me veo
reflejado
suponen magia
cuando me miran
me apuro
siempre
para satisfacer
esa mirada
y agradarle
y sostener
ese brillo
no quiero perder
ya
todo ese candor
y si trago saliva
sufro
y trago
y vuelvo
a volver
para que me mire
y me envuelva
en sus párpados
de otoño
que me hacen
posible
entre magia
y realidad
cuando ya no
me miren
esos ojos finos
hondos de magia
dejaré de existir
deslizándome
por los márgenes
de la
melancolía
miércoles, 20 de agosto de 2014
lunes, 18 de agosto de 2014
sospechando observé
una vez
a un hombre sin sol
atajado al fondo
en sus sombras
me dijeron sus ojos
de toda esa caída
que no supieron ver
a su espalda
el peso de la luna
y saltaron al vacío
con lo inevitable
cuales héroes patéticos
inaugurando el suicidio lento
en una lágrima
lenta y amarga
y rodando por el suelo
seco,
inmediatamente después
ensombreció su boca
atada su lengua
al filo de los dientes
desangrándose
por la muda herida
que llegó desde adentro
por donde respira
la garganta,
cayeron después sus manos
hasta tocar el piso
con todo el peso
y quebrarse
por la inercia
de las rodillas
que al saberse morir
dejaron de articular
sus pies se arrastraron
inmóviles
hasta el fondo
donde antes caía él
con su ser
y ahora invertidos
la planta hacia arriba
mirando el cielo
con el vértigo justo
de no caer
en sentido opuesto
nunca más,
su abdomen estalló
y desparramó
lo nunca digerido
que en la oscuridad
le fue imposible ver
y olía a años
de grises atascamientos
en los caminos viscosos
del mundo
y finalmente su cerebro
en súbito chasquido
golpeó el futuro
al ras del suelo
escupiendo un último quejido
impronunciable
hasta secarse todo
lejos del sol
clavado en la sombra
una vez
a un hombre sin sol
atajado al fondo
en sus sombras
me dijeron sus ojos
de toda esa caída
que no supieron ver
a su espalda
el peso de la luna
y saltaron al vacío
con lo inevitable
cuales héroes patéticos
inaugurando el suicidio lento
en una lágrima
lenta y amarga
y rodando por el suelo
seco,
inmediatamente después
ensombreció su boca
atada su lengua
al filo de los dientes
desangrándose
por la muda herida
que llegó desde adentro
por donde respira
la garganta,
cayeron después sus manos
hasta tocar el piso
con todo el peso
y quebrarse
por la inercia
de las rodillas
que al saberse morir
dejaron de articular
sus pies se arrastraron
inmóviles
hasta el fondo
donde antes caía él
con su ser
y ahora invertidos
la planta hacia arriba
mirando el cielo
con el vértigo justo
de no caer
en sentido opuesto
nunca más,
su abdomen estalló
y desparramó
lo nunca digerido
que en la oscuridad
le fue imposible ver
y olía a años
de grises atascamientos
en los caminos viscosos
del mundo
y finalmente su cerebro
en súbito chasquido
golpeó el futuro
al ras del suelo
escupiendo un último quejido
impronunciable
hasta secarse todo
lejos del sol
clavado en la sombra
domingo, 17 de agosto de 2014
martes, 12 de agosto de 2014
no me digas ahora
porque yo vengo herido
de amor de antemano
desde la primera vez
que se hizo de noche
y no entendí
porqué tan oscura
y busqué con las manos
de dónde agarrar
y me desgarré el alma
sin descanso
cada noche
desde la primera
hasta siempre
así lo único
que nunca es novedad
es que vengas a decirme
que todo es como es
y te vayas
con la noche
otra vez
porque yo vengo herido
de amor de antemano
desde la primera vez
que se hizo de noche
y no entendí
porqué tan oscura
y busqué con las manos
de dónde agarrar
y me desgarré el alma
sin descanso
cada noche
desde la primera
hasta siempre
así lo único
que nunca es novedad
es que vengas a decirme
que todo es como es
y te vayas
con la noche
otra vez
llévenme al fin
a una digna soledad
no aquella
que se rodeaba de flores
y paredes escritas
inmortalmente;
llévenme a la soledad
que es más grande
que la soledad
donde haya tanto espacio
que no quepa mi mente
siempre vacía
entreteniéndome
con esos fracasos
de soledades pequeñas;
ahora que sea grande
no se escuche ni una gota
se borren los rastros
de madrugadas con el tiempo
y anocheceres con el eco;
ahora que ni duela
por no haber quien lo sugiera
ahora que se apague todo
como insinuamos a medias
en los intentos de orgasmo
que acaban en el espejo;
esta vez todo
borrón y no más cuentas
que las cuentas vencen
y hacen cuenta gotas
con falsas soledades
que no permiten estar solo
bien solo
donde no caiga gota
que venga a decir
que por no estar solo
debo dejar de imaginar
que lo estoy
llévenme donde haya una intención
y yo no la pueda escuchar
entre tanto silencio
a una digna soledad
no aquella
que se rodeaba de flores
y paredes escritas
inmortalmente;
llévenme a la soledad
que es más grande
que la soledad
donde haya tanto espacio
que no quepa mi mente
siempre vacía
entreteniéndome
con esos fracasos
de soledades pequeñas;
ahora que sea grande
no se escuche ni una gota
se borren los rastros
de madrugadas con el tiempo
y anocheceres con el eco;
ahora que ni duela
por no haber quien lo sugiera
ahora que se apague todo
como insinuamos a medias
en los intentos de orgasmo
que acaban en el espejo;
esta vez todo
borrón y no más cuentas
que las cuentas vencen
y hacen cuenta gotas
con falsas soledades
que no permiten estar solo
bien solo
donde no caiga gota
que venga a decir
que por no estar solo
debo dejar de imaginar
que lo estoy
llévenme donde haya una intención
y yo no la pueda escuchar
entre tanto silencio
lunes, 11 de agosto de 2014
sábado, 9 de agosto de 2014
unter
se exalta la mente
en la cueva gris
amanecida de sudores
totales y por venir
clavados en la honda
cicatriz de Berlin
que sana, sana
y no me deja dormir
en la cueva gris
amanecida de sudores
totales y por venir
clavados en la honda
cicatriz de Berlin
que sana, sana
y no me deja dormir
viernes, 8 de agosto de 2014
amarillo
avanzo o claudico
o me pierdo
confundido e integrado
por entre las luces
rojas y verdes
de aparente automatismo
urbano
que dicen decir
lo que ya sabemos
y no decimos
por creer en la elegancia
de la obviedad.
es el infinito camino
y otros miles
a cada paso,
que se rigen solos
y nos ven llegar
antes de llegar
suponiendo que somos
lo que somos
y nunca otra cosa
y es obvio
más allá de la obviedad
que no nos deja ver
cuando miramos luces rojas
y verdes
gracias al hábito
de no entender
lo que podemos ser.
o me pierdo
confundido e integrado
por entre las luces
rojas y verdes
de aparente automatismo
urbano
que dicen decir
lo que ya sabemos
y no decimos
por creer en la elegancia
de la obviedad.
es el infinito camino
y otros miles
a cada paso,
que se rigen solos
y nos ven llegar
antes de llegar
suponiendo que somos
lo que somos
y nunca otra cosa
y es obvio
más allá de la obviedad
que no nos deja ver
cuando miramos luces rojas
y verdes
gracias al hábito
de no entender
lo que podemos ser.
jueves, 7 de agosto de 2014
fiebre
caigo
profundamente enfermo
en una grieta
acostado
en lo que parece el fondo
mirando al cielo
porque abajo
se pone oscuro
y no es el vértigo
al oscuro
sino la interminable
fiebre
del callejón muerto
la que seduce
al deseo
cuando dos lados
te parten la cabeza
y todavía
se ve
el cielo
profundamente enfermo
en una grieta
acostado
en lo que parece el fondo
mirando al cielo
porque abajo
se pone oscuro
y no es el vértigo
al oscuro
sino la interminable
fiebre
del callejón muerto
la que seduce
al deseo
cuando dos lados
te parten la cabeza
y todavía
se ve
el cielo
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